Os compartimos algunos consejos prácticos para aprovechar las rutinas diarias y enriquecer el desarrollo del lenguaje de tu hijo. Actividades como bañarse, comer, ir al parque y otras rutinas pueden ser oportunidades perfectas para ampliar su vocabulario e incrementar su capacidad de comunicación. A continuación, os detallamos diferentes estrategias sencillas que podéis integrar fácilmente en vuestro día a día para apoyar el desarrollo lingüístico de vuestro hijo/a.
1. Durante el paseo
Pasear es una oportunidad ideal para enriquecer el lenguaje de tu hijo/a. Mientras camináis, señala y nombra lo que veis en vuestro entorno. Por ejemplo: "Mira, ese coche es rojo", "Mira cómo vuelan los pájaros", o "Esa es una bicicleta". Pregúntale también: "¿Qué es eso?" o "¿De qué color es el camión?". Este tipo de preguntas abiertas no solo invita a observar el entorno, sino también a utilizar y practicar el vocabulario que conoce y aprender palabras nuevas.
Un artículo de la Revista de Logopedia, Foniatría y Audiología sugiere que las interacciones cotidianas, como los paseos, son esenciales para el enriquecimiento del vocabulario, especialmente cuando los padres guían a los niños verbalizando el entorno y haciendo preguntas que fomenten la observación y el diálogo (Torres Carreras, 2021).
2. La hora del baño
Bañarse es otro momento perfecto para estimular el lenguaje de manera natural. Puedes nombrar las partes del cuerpo mientras le lavas: "Vamos a lavar tus manos", "Ahora lavamos los pies". Aprovecha para describir lo que ocurre: "El agua está muy caliente, vamos echar agua fría", "¡Qué bien huele el jabón, ¿Quieres olerlo?", "Vamos a enjuagar el pelo". Estas acciones no solo refuerzan el vocabulario, sino que también favorecen la comprensión de conceptos relacionados con el cuerpo y las acciones cotidianas.
La Revista de Neurología, dice que el uso de rutinas diarias, como la hora del baño, para enseñar palabras relacionadas con el cuerpo y acciones, ayuda a los niños a adquirir una mayor conciencia corporal y favorece la integración de nuevo vocabulario de manera natural (Pérez & Martínez, 2018).
3. Durante la comida
La hora de la comida es una excelente oportunidad para introducir nuevos términos y trabajar en la comprensión. Describe los alimentos que coméis: "Este es un plátano, es una fruta amarilla y a los monos les encanta", "La sopa está caliente y tiene letras, voy a buscar una A...", "El yogur es de fresa, que rico". También puedes hacer preguntas para fomentar la interacción: "¿Te gusta la zanahoria?", "¿Quieres más agua?" “¿Cuantas patatas te han tocado?”. Además de ampliar el vocabulario, estas interacciones mejoran la comprensión de conceptos relacionados con los alimentos y las sensaciones (caliente, frío, dulce, salado).
Las conversaciones durante las comidas son un contexto enriquecedor para el desarrollo del lenguaje, ya que los niños pueden aprender palabras relacionadas con los alimentos y las sensaciones mientras interactúan con sus padres de manera natural (González & Ramírez, 2017).
4. Momentos de juego
El juego es una de las herramientas más poderosas para el desarrollo del lenguaje. Mientras jugáis juntos, describe lo que hacéis: "Vamos a construir una torre alta", "El coche va rápido", "Este tren es largo". Los juguetes con animales o muñecos también son útiles para crear pequeños diálogos: "La vaca hace tiene hambre, quiere comer”, "El gato duerme". El juego estimula no solo el aprendizaje de nuevas palabras, sino también la capacidad de comprender roles y secuencias de acciones.
El juego simbólico es fundamental para el aprendizaje de nuevas palabras y conceptos, ya que permite a los niños imitar y reproducir interacciones sociales, favoreciendo el desarrollo de habilidades lingüísticas (Vigotsky, 2009).
5. Actividades domésticas
Involucrar a los niños en pequeñas tareas de casa también es una oportunidad para trabajar el lenguaje. Mientras os dedicáis a recoger juguetes o preparar la mesa, utiliza verbos y nombres para describir lo que estáis haciendo: "Vamos a guardar los juguetes", "Pon los vasos en la mesa". También es una buena oportunidad para enseñar preposiciones y conceptos espaciales: "Pon la cuchara dentro del cajón", "Coloca el vaso encima de la mesa".
Según un estudio publicado en Anales de Psicología, las actividades domésticas ofrecen un entorno rico para la estimulación del lenguaje, permitiendo a los niños escuchar y practicar vocabulario relacionado con acciones y posiciones en un contexto práctico y útil (López García & Ruiz, 2020).
6. Hora de vestirse
La rutina de vestirse también puede ser un momento para identificar conceptos. Nombra las prendas de ropa mientras se las pone: "Este es tu jersey", "Vamos a ponerte los calcetines", "El pantalón es azul". Aprovecha también para introducir conceptos relacionados con las texturas y colores: "El jersey es muy suave", "Tus zapatos son rojos". La repetición diaria ayudará a tu hijo a aprender y usar estas palabras con mayor facilidad.
La repetición de palabras y conceptos en actividades cotidianas, como vestirse, facilita el aprendizaje de nuevas palabras y mejora la capacidad de los niños para utilizarlas de manera funcional en su día a día (Díaz-López & Martín-Cano, 2019).
Además de aprovechar estos momentos cotidianos, os dejamos algunas pautas adicionales que pueden ayudarte a estimular el desarrollo del lenguaje en tu hijo/a:
Repetir palabras clave: La repetición es fundamental para que los niños asimilen el nuevo vocabulario. Repite palabras clave durante la misma actividad para reforzar su aprendizaje.
Hablar despacio y claro: Asegúrate de hablar despacio, con una pronunciación clara, para que tu hijo capte bien las palabras y frases.
Ampliar sus frases: Si tu hijo dice "coche", puedes ampliar su frase diciendo "Sí, el coche rojo va rápido". Esto le ayudará a construir frases más complejas.
Responder y reforzar: Siempre responde a sus intentos de comunicación, ya sea verbal o no verbal. Refuerza sus esfuerzos sin corregirlo negativamente.
Cantar y leer juntos: Cantar canciones sencillas o leer cuentos es una excelente manera de ampliar el vocabulario y mejorar la comprensión del lenguaje.
¿Cómo podemos ayudarte en APRes?
En APRes, contamos con un equipo de Atención Temprana del que forman parte logopedas especializados en el desarrollo del lenguaje infantil en el cuál trabajamos de forma personalizada para ayudar a cada niño a alcanzar su máximo potencial comunicativo. Además, ofrecemos grupos de estimulación del lenguaje, donde los niños pueden practicar sus habilidades en un entorno enriquecedor y dinamizado por un experto. Si tienes dudas o quieres saber más sobre cómo podemos ayudarte a estimular el lenguaje de tu hijo, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. ¡Estaremos encantados de acompañarte en este proceso!
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