La tartamudez es una dificultad en el habla que afecta a muchos niños, especialmente durante las edades de 2 a 5 años. A menudo, los padres no saben cómo abordar esta situación y sienten preocupación por el desarrollo de su hijo.
¿Qué es la tartamudez y cómo identificarla?
La tartamudez es un trastorno del habla que se caracteriza por repeticiones de sonidos, sílabas, palabras, prolongaciones de sonidos y bloqueos al intentar hablar. No obstante, es importante no etiquetar a un niño como "tartamudo", ya que muchos de ellos superan estas dificultades con el tiempo. Se estima que el 5% de los niños presentan disfluencias en algún momento entre los 2 y 5 años, y hasta el 80% de estos casos se resuelven espontáneamente.
Disfluencias Normales y Anormales: ¿Cómo Diferenciarlas?
Disfluencias Normales:
Vacilaciones: "Pues... pues eso es de papá".
Reformulación de frases: "Voy a... esto... me quedo con papá".
Repeticiones de palabras completas: "Mamá, mamá ven".
Interjecciones: "Um, um, yo... quiero ir a casa".
Los niños que presentan disfluencias normales no muestran tensión ni incomodidad al hablar. Estos errores suelen aparecer en momentos de excitación, nerviosismo o cansancio.
Disfluencias Anormales:
Repeticiones de sonidos: "P...p...p...papá".
Repeticiones de sílabas: "Pa...pa...pa...pajarito".
Prolongaciones de sonidos: "Eeeeeese niño".
Bloqueos que impiden el flujo de aire: Silencios tensos mientras el niño intenta hablar.
Tensión visible en la cara o el cuerpo al intentar hablar.
Estos patrones pueden ser indicadores de un problema más serio y es recomendable consultar a un profesional lo antes posible.
¿Qué pueden hacer los padres?
Si observas que tu hijo presenta dificultades en la fluidez del habla, es importante no alarmarse. A continuación, te presentamos algunas pautas para manejar la situación de manera calmada y efectiva:
No te culpes: Los padres no son la causa de la tartamudez. La tartamudez tiene un componente genético y se desarrolla por diversos factores que no están bajo el control de los padres.
No ignores la situación: Aunque se suele recomendar "esperar y ver", lo mejor es realizar una consulta temprana con un especialista en lenguaje. Cuanto antes se intervenga, mejor será el pronóstico para el niño.
Crea un entorno relajado: Habla despacio y con pausas, usa un lenguaje sencillo y no fuerces al niño a hablar cuando no se sienta cómodo.
Evita corregir al niño constantemente: No le digas cosas como "habla más despacio" o "respira hondo". Estas correcciones solo aumentan la ansiedad del niño.
Establece un tiempo diario para hablar: Dedica unos 15-20 minutos diarios a conversar con tu hijo de forma relajada, sin interrupciones, mostrando interés por lo que él quiera expresar.
Cómo comunicarse con un niño que tartamudea
La forma en que los padres interactúan con su hijo es fundamental para su desarrollo. Aquí algunos consejos:
Mantener la calma y la mirada: No desvíes la mirada cuando tu hijo se bloquee o repita, esto podría transmitirle ansiedad. Manten el contacto visual y una actitud relajada.
Usa un lenguaje sencillo: Adapta tus frases al nivel de tu hijo. Evita términos complejos que puedan ser difíciles de articular.
Habla despacio y con pausas: Los niños tienden a imitar la forma de hablar de los adultos. Al hablar lentamente, le estarás dando un modelo a seguir.
La importancia del diagnóstico temprano y la intervención
El diagnóstico temprano es vital para el tratamiento de la tartamudez. Un terapeuta del lenguaje puede evaluar si se trata de una etapa normal del desarrollo o de un trastorno que requiere intervención. A partir de ahí, se pueden implementar estrategias de intervención directa (trabajar directamente con el niño) o indirecta (a través de los padres).
La intervención profesional tiene como objetivo restablecer la fluidez antes de que las estructuras del lenguaje se consoliden con disfluencias permanentes. A partir de la edad escolar, el enfoque se orienta a reducir la tensión y la ansiedad asociadas a la tartamudez, así como a modificar las actitudes negativas hacia el habla.
El papel del centro educativo en la tartamudez
El centro educativo es un entorno clave donde los niños pasan gran parte de su tiempo y realizan muchas actividades que requieren del uso del lenguaje. Un maestro informado puede ayudar a facilitar un ambiente de comprensión y apertura a la diversidad. Es fundamental que el colegio y la familia trabajen en conjunto para proporcionar un entorno de apoyo coherente para el niño.
¿Qué decir cuando el niño se bloquea o repite?
Cuando un niño se atasca al hablar, no es recomendable darle muchas indicaciones. En lugar de eso, se puede decir algo como:
"Parece que te está costando decir esa palabra, a mí también me pasa a veces."
"Puedes intentar decirlo despacito, sin prisa."
Esto valida la experiencia del niño y le demuestra que no está solo en su dificultad.
Si su hijo presenta dificultades al hablar, recuerda que no estás solo. En APRes te ofrecemos recursos, profesionales y terapias que pueden ayudar a tu hijo a superar estas dificultades. Lo más importante es proporcionar un entorno de apoyo, comprensión y paciencia. La intervención temprana y la colaboración con un logopeda es fundamental para ayudar al niño a desarrollar una comunicación fluida y efectiva.
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