El desarrollo del lenguaje en los primeros años de vida de tu hijo es un proceso fascinante y fundamental. Durante estos años, el cerebro infantil está en su etapa más plástica, lo que significa que tiene una increíble capacidad para absorber información y adaptarse. Investigaciones en neurociencia han demostrado que las interacciones tempranas con el entorno, como hablar y jugar con los bebés, estimulan las conexiones neuronales esenciales para el lenguaje y otras habilidades cognitivas.
En APRes, como especialistas en Atención Temprana queremos compartirte los hitos más importantes y las señales de alerta que debes tener en cuenta para acompañar el crecimiento comunicativo de tu hijo.
De 0 a 6 meses:
Durante estos meses, el cerebro de tu bebé está desarrollando los cimientos para el lenguaje. Aquí es donde empieza a balbucear, jugar con sonidos y responder a voces familiares con sonrisas y gorgojeos. Según la Red de Excelencia de Investigación sobre Trastornos del Lenguaje y del Habla (RETLA), una señal de alerta es si no reacciona a sonidos o no emite vocalizaciones como “ah”, “oh” o “eh”, lo que podría indicar problemas auditivos o de desarrollo.
De 6 a 12 meses:
Esta es la etapa donde tu bebé comienza a vincular palabras con significado. El hecho de que tu hijo pueda entender palabras simples como “no” y reconozca su nombre está alineado con la teoría del desarrollo de la percepción auditiva y el procesamiento del lenguaje. Si no responde a su nombre o no usa sonidos como “mamá” o “papá”, puede ser un signo de retraso en el desarrollo del lenguaje expresivo, algo que se recomienda consultar con un profesional.
De 12 a 18 meses:
En este período, los estudios demuestran que el desarrollo del lenguaje se acelera, y la mayoría de los niños empiezan a decir sus primeras palabras con intención. A esta edad, también deben comprender comandos simples como “ven aquí”. Investigaciones sugieren que la capacidad de seguir instrucciones simples está relacionada con el desarrollo de las habilidades cognitivas y de comprensión. Si a los 18 meses tu hijo aún no ha comenzado a hablar o no sigue indicaciones sencillas, esto podría ser un signo de retraso en la adquisición del lenguaje y conviene evaluarlo con un especialista.
De 18 a 24 meses:
La combinación de palabras “quiero agua” a los dos años es un hito importante, según los estudios sobre el desarrollo del vocabulario. El uso de combinaciones de dos palabras marca el comienzo del lenguaje más estructurado. Un vocabulario limitado o la falta de combinación de palabras a esta edad podría estar relacionado con dificultades en la adquisición del lenguaje, un aspecto que estudios como el de Paul R. Hoff (2006) han vinculado al entorno lingüístico en el que se cría al niño.
De 2 a 3 años:
En esta etapa, tu hijo debería comenzar a formar frases de 3 a 4 palabras y su habla debería ser comprensible para personas fuera del núcleo familiar. Según investigaciones, a los 3 años, el 75% del habla de un niño debería ser comprensible para extraños. Si tu hijo no cumple con esto, podría ser señal de algún retraso en la articulación o en el desarrollo del lenguaje, lo que se recomienda evaluar.
De 3 a 4 años:
A esta edad, los niños deben ser capaces de contar historias sencillas y hacer preguntas, lo que refleja un desarrollo cognitivo más avanzado. El lenguaje en esta etapa comienza a servir como herramienta para el pensamiento y la planificación. Si tu hijo no sigue conversaciones o tiene dificultades para formar frases completas, esto podría sugerir algún problema en las áreas relacionadas con el desarrollo sintáctico o pragmático del lenguaje.
En APRes, entendemos que cada niño se desarrolla a su propio ritmo, pero es fundamental estar atentos a estas señales de alerta. Si tienes alguna duda o preocupación sobre esto, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. ¡Estamos aquí para ayudarte!
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