Uno de los grandes retos como padres de adolescentes es el de ponerles normas y límites. Estos son esenciales para fomentar su desarrollo, autonomía y responsabilidad. A continuación explicamos un poco más respecto a las diferencias entre ambos, así como algunas indicaciones para este desafío que como padres se nos plantea:
¿Qué son los Límites?
Los LÍMITES son reglas innegociables que el adolescente tiene que cumplir, son las líneas rojas que nunca dejaremos que crucen.
Suelen ser advertencias y prohibiciones relacionadas con su seguridad. No admiten excepciones y deben ser cumplidos siempre.
Ejemplos de límites podrían ser decirle a nuestr@ hij@:
Que no puede viajar en coche con amig@s que no tienen carnet de conducir o han bebido alcohol.
Que no use dispositivos electrónicos después de las 10 p.m. para asegurar un descanso adecuado y evitar interferencias con su sueño.
¿Qué son las Normas?
Las NORMAS son pautas de conducta que se establecen para conseguir una dinámica familiar ordenada y una convivencia positiva. Las normas podrían llegar a ser negociables en casos excepcionales.
Ejemplo de normas para nuestro/a adolescente podrían ser:
Que ponga la mesa y ayude a recogerla antes y después de comer.
Que guarde su móvil durante las comidas en familia, para fomentar la comunicación y pasar tiempo juntos sin distracciones.
¿Por qué son importantes?
Permiten que el adolescente se sienta seguro y protegido, tanto emocionalmente como físicamente.
Fomenta el desarrollo de habilidades sociales.
Importancia de asumir responsabilidades en su camino hacia la adultez
Prevención de conductas problemáticas.
Desarrollo de autocontrol y de toma de decisiones
Favorecen el ambiente familiar
Algunos consejos para aplicar normas y poner límites a nuestr@s hij@s:
Utilizar un lenguaje claro y conciso, asegurándonos de que comprenden por qué se imponen.
Empezaremos estableciendo límites y normas sencillas e iremos aumentando la exigencia.
El incumplimiento llevará consigo unas consecuencias.
Deben ser coherentes y lógicos, deben tener sentido y ser firmes con la consecuencia establecida.
Proponer alternativas a su comportamiento para promover uno que sea adecuado y positivo.
Reforzarle positivamente cuando su comportamiento sea el adecuado.
Intentaremos siempre hablarles en positivo.
Establecer normas y límites en la adolescencia no es tarea fácil, pero es fundamental para el desarrollo y bienestar de nuestr@s hij@s. Como padres, podemos enfrentarnos a desafíos y dudas sobre cómo aplicarlos de forma adecuada, manteniendo una relación cercana y de confianza con ell@s.
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