LA DISLEXIA: MÁS QUE MEZCLAR LETRAS
La dislexia es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por la presencia de dificultades en la lectura. Las personas con dislexia tienen dificultades de precisión y fluidez al leer. Su déficit principal es una conciencia fonológica insuficiente. Como resultado, en el proceso de lectura, la conversión entre grafema-fonema no está automatizada, lo que complica el reconocimiento de palabras. Además de estas dificultades, también pueden presentar desafíos con la escritura, tanto con la decodificación como con la ortografía. Asimismo, la dislexia puede también abarcar problemas de comprensión, memoria a corto plazo y de acceso al vocabulario. Es importante tener en cuenta que no hay dos personas disléxicas iguales, lo que significa que cada caso es único y no tiene por qué presentar todos los síntomas.
MITOS SOBRE LA DISLEXIA
En los últimos años, la dislexia ha ganado visibilidad gracias a la gran cantidad de estudios e investigaciones realizados, así como al incremento de los protocolos de detección e intervención. Es posible que casi todos hayamos oído hablar de la dislexia. Sin embargo, con frecuencia se confunde con otros diagnósticos, lo que lleva a muchas personas a tener una percepción errónea de lo que realmente es.
A pesar de los conocimientos que actualmente existen sobre la dislexia, aún algunos estudiantes disléxicos no son comprendidos y son juzgados erróneamente. Estos estudiantes invierten tanto tiempo y esfuerzo en actividades lectoescritoras, que suelen fatigarse, perder la concentración y distraerse. Como consecuencia, pueden llegar a frustrarse y querer rechazar dichas tareas. Tanto las familias como el profesorado pueden interpretar esta actitud como un problema conductual, desinterés o falta de esfuerzo si ignoran las dificultades que enfrentan como disléxicos y no les proporcionan la ayuda adecuada.
A continuación, rompemos algunos mitos sobre la dislexia:
Con el tiempo, la dislexia “se cura”: La dislexia es un trastorno neurobiológico que está presente en la persona a lo largo de su vida, por lo que no es algo que “se les va a pasar con el tiempo”. Sin embargo, aunque las dificultades con la lectoescritura estarán presentes, con ayuda especializada pueden llegar a mejorar y compensar sus dificultades. La intervención temprana será clave para el desarrollo de sus habilidades de lectura y escritura y favorecerá su desempeño académico.
Los disléxicos son poco inteligentes: A la hora de diagnosticar dislexia, se debe descartar la presencia de discapacidad intelectual, ya que entonces las dificultades que presente la persona con la lectoescritura estarían asociadas a la discapacidad. Por ello, las personas con un diagnóstico de dislexia suelen tener una capacidad intelectual media.
Los disléxicos son vagos: Ser disléxico no es el resultado de la falta de esfuerzo o poca práctica leyendo. Como se ha comentado anteriormente, estos estudiantes realizan un esfuerzo mayor al de sus compañeros para realizar las tareas escolares. Sin embargo, es probable que en ocasiones se frustren y se cansen, y como consecuencia, muestren menos interés por los estudios. Si no reciben un apoyo adecuado, su condición puede afectar gravemente su rendimiento académico.
Si escribe al revés, es disléxico: Aunque es frecuente que los niños con dislexia escriban algunos números y letras al revés y que lleguen a confundir letras similares, estos errores son muy comunes en cualquier niño en el proceso de adquisición de la escritura, especialmente en los momentos iniciales del aprendizaje.
Si al hablar se le traba la lengua o confunde palabras, es disléxico: Como se ha mencionado antes, la dislexia es un trastorno del aprendizaje que afecta principalmente a la lectura, por lo que no es un trastorno que afecte al lenguaje oral. Existen otros trastornos relacionados con las dificultades del lenguaje expresivo y comprensivo.
Si confunde la derecha y la izquierda, es disléxico: Esta no es una característica específica de este trastorno, aunque es cierto que la dislexia puede coexistir con otros trastornos, como el Trastorno del Aprendizaje No Verbal, que impacta en la coordinación motriz o en la integración visoespacial.
La dislexia es culpa de los profesores ya que no les motivan con la lectura: La dislexia no es el resultado de una falta de la falta de motivación o práctica de la lectura. El estudiante tendrá dislexia independientemente al método educativo que el maestro emplee. No obstante, la metodología empleada puede influir de manera positiva o negativa en el desarrollo de la lectoescritura en niños con dislexia. Implementar un enfoque de enseñanza basado en el sistema fonético/fonológico permitirá que estos niños mejoren sus habilidades de lectura y escritura de manera más efectiva. Además, es fundamental que el docente considere las dificultades específicas de los estudiantes con dislexia al realizar adaptaciones metodológicas, ya que esto será clave para fomentar su rendimiento académico.
La dislexia es la excusa perfecta, ahora todos son disléxicos: No todos los niños que adquieren de forma tardía la lectoescritura son disléxicos, ni lo son aquellos que cometen algunos errores al leer o escribir. Para diagnosticar dislexia, no basta con observaciones. Es necesaria una evaluación profesional y exhaustiva de varios aspectos para poder confirmar el diagnóstico. Puede parecer que hay muchos casos de dislexia en la actualidad, esto se debe a que la prevalencia en España es alta, afectando entre el 4 % y el 10 % de la población. Sin embargo, esto no significa que haya más disléxicos ahora, sino que disponemos de más herramientas para detectarla y diagnosticarla.
Evaluación diagnóstica de la dislexia
Si tienes sospechas de un diagnóstico de dislexia, no te conformes con la información que leas en internet o que escuches en tu entorno. Como ya que como hemos visto, hay muchos mitos circulando sobre la dislexia que pueden hacer que juzguemos erróneamente a las personas que presentan dificultades con la lectoescritura.
Contar con un diagnóstico a tiempo es el primer paso hacia la solución y para ello debe ser realizado por profesionales capacitados a través de una evaluación neuropsicológica completa. Si es tu caso, en APRes estamos especializados en la evaluación diagnóstica de la dislexia. Consulta nuestra web para más información.
Referencias
Caballero, M., 2019. Neuroeducación en el Currículo. Pirámide.
Guía general sobre dislexia. DISFAM. Disponible en: https://www.disfam.org/wp-content/uploads/2017/03/guia-general-sobre-dislexia-andalucia.pdf
Hudson, D. (2017). Dificultades Específicas de Aprendizaje y Otros Trastornos (2º ed.). Narcea.
La Dislexia: Una Dificultad Específica de Aprendizaje - DISFAM. Disponible en: https://disfam.org/dislexia/#:~:text=La%20dislexia%2C%20es%20mucho%20m%C3%A1s,en%20las%20nociones%20espacio%2Dtemporales%E2%80%A6
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